Siempre hay una razón para hacer las cosas... intentar convencerte de que no esperar nada a cambio es lo mejor para ti, no siempre es lo más adecuado, porque como ser humano, instintivamente necesitas ser por lo menos reconocido por las cosas que haces por los demás. Aún así, vale la pena creer que puedes ser tan incondicional como para no importarte tu propia soledad.